La sequía es un fenómeno que ha impactado a todos los sectores, el urbano, el industrial y el natural. Las autoridades han definido acciones a seguir por la falta de lluvias, siendo el racionamiento de agua la medida más extrema, la cual ya se está ejecutando en algunas zonas de nuestro país. ¿Cómo está colaborando en ello el sector industrial?
Según el Ministerio de Obras Públicas el uso consuntivo del agua en el sector agrícola corresponde al 72%, lo sigue el agua potable con un 12%, el sector minero con un 7% y el industrial con el 4%.
El sector agrícola se ve fuertemente afectado por la crisis hídrica, donde el agua es principalmente destinada al regadío, influyendo directamente en la producción de alimentos, lo que conduciría a un aumento de precios. Para hacer un uso eficiente del agua, algunos agricultores han tenido que usar riego tecnificado, siendo el costo de implementación un problema que afecta al pequeño agricultor. También hay productos que pueden retener el agua y su costo es menor, siendo esta innovación un cambio en la forma de plantar.
En el sector de la minería, si bien se utiliza menos agua que en el sector agrícola, son pocas las regiones en las que se desarrolla la actividad, por lo que el impacto en esas zonas es alto, impulsando gestiones para utilizar eficientemente el recurso, recirculando y usando agua de mar. La Comisión Chilena del Cobre informó que entre el 2018 y 2019 en la minería se disminuyó el consumo de agua continental, creciendo un 25% el uso de agua de mar.
El sector industrial tiene un rol fundamental en el progreso económico, sin embargo, al aumentar la producción, también aumenta el consumo del agua. Por ello, se están gestionando mejores prácticas para el uso de agua, como el Certificado Azul, un Acuerdo de Producción Limpia (APL) que responde a la buena gestión del recurso hídrico, lo que permitirá rebajar de impuestos en el gasto del manejo del agua en forma eficiente.
Estas y otras medidas que se están implementado en la industria permiten un uso sustentable del agua, pero al ser un recurso no infinito, sin duda se requiere de mayor esfuerzo y compromiso del sector para hacer frente al cambio climático y la sequía, donde el uso de tecnología y buenas prácticas en las empresas pueden ser de gran impacto.
Por: Susana Mayer – Directora de Carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente – Universidad de Las Américas Sede Viña del Mar
