¿Es buen momento para tomar la decisión de flexibilizar el uso de las mascarillas en espacios abiertos?
“Efectivamente, la indicación inicial de uso universal de mascarilla tenía su sustento en privilegiar que toda la población la usara y así que fuese más fácil adherir a las medidas. En el sentido actual, con casos bajando, letalidad disminuyendo y una alta tasa de vacunación de los pacientes, probablemente ya el uso en aire libre podría ser rediscutido y en general mantenerlo en lugares donde hay un gran hacinamiento, por ejemplo, restoranes, discotecas, lugares para salir a comprar y transporte público“.
¿Cómo ve que podría darse una fiscalización del uso de mascarilla? ¿Le preocupa ese aspecto en caso de que se eliminen para espacios abiertos?
“El tema de la fiscalización es algo un poco complejo de aplicar en espacios abiertos, pensando en que no va a haber tanta gente para hacerla, y yo creo que ahí hay que aplicar el autocuidado, el tema personal, y además el tema social de que tus propios pares puedan fiscalizar que esté llevando o no el uso correcto de ésta.
Ahora, como lo más probable es que en espacios abiertos se elimine el uso de la mascarilla, ahí solamente queda un tema de fiscalización en espacios cerrados, que yo creo que es lo que se está haciendo actualmente en restoranes, cines, supermercados, malls, etc. Probablemente deberá seguir existiendo una fiscalización a la entrada de esos lugares, donde te hagan un control de temperatura o no, y vigilen que estés con tu mascarilla bien puesta.
En el caso de eliminar el uso de mascarilla en espacios abiertos, la incidencia de casos es cada vez menor, la contagiosidad es baja, tenemos una alta tasa vacunación, entonces, a menos de que llegaran otras variantes distintas que hicieran nuevamente subir los casos y estemos a expensas de un brote, yo creo que es comprensible que se quiera eliminar su uso en esos lugares”.
