Agosto es el mes de los gatos, periodo que se caracteriza por una mayor presencia territorial de felinos en las calles y se observa un incremento en la vocalización o maullidos de estos animales, porque se trata de llamados entre hembras y machos debido al inicio de la actividad reproductiva de la especie, la que se mantiene entre agosto, enero y febrero.
Para comprender este proceso y ayudar a nuestras mascotas, la académica de la Escuela de Medicina Veterinaria de Universidad de Las Américas, Romy Weinborn, responde algunas inquietudes. ¿Es bueno que los dueños de estas mascotas los dejen libres durante este periodo? La experta señala que “la respuesta se debe abordar desde el aspecto técnico e integral, ya que no solo hay que pensar en la condición de nuestra mascota, sino que también en el entorno. Lo primero es que esta especie es un depredador natural y en este sentido provoca daños importantes a otros animales como las aves, roedores y reptiles. Los gatos han llegado a extinguir a 63 especies de vertebrados en el mundo porque son felinos cazadores por excelencia, por lo cual, naturalmente van a llegar con algún animal silvestre cazado en su entorno, que es nuestro hogar”.
Esto ha llevado a que actualmente algunos países hayan declarado a los felinos de vida libre como una “especie exótica invasora”, siendo considerado por la comunidad científica como una de las especies más dañinas para la fauna silvestre de los ecosistemas. “Esto claramente permite tomar medidas drásticas de control poblacional para estos felinos, y en efecto, es la medida técnica adecuada, aunque absolutamente impopular entre la comunidad de amantes de gatos”, señala la académica de UDLA. Quien agrega que “en Chile tenemos fauna silvestre en peligro de extinción, como el Picaflor de Arica o Picaflor de Juan Fernández, los cuales se ven impactados por la presencia de gatos que viven de manera libre o con una restricción inadecuada”.
Pero la vida en libertad de los gatos no solo impacta el entorno y a otras especies, también afecta la propia salud de estos animales, ya que tienen una alta posibilidad de contagiarse de enfermedades graves e incluso mortales como la leucemia felina, inmunodeficiencia felina y peritonitis infecciosa felina, entre otras. “Para evitar estos trastornos hay que mantener a nuestros felinos en casa y evitar el contacto con otros gatos. Con estas medidas podemos minimizar los riesgos”. No obstante, explica Romy Weinborn, este no es el único riesgo, ya que existen altas probabilidades de atropellos, ataques de perros e incluso sufrir maltrato por parte de humanos.
Uno de los temas que siempre sale a la luz por parte de tutores de gatos es que si los mantienen en casa se estresan, y eso en efecto puede suceder, pero en felinos que han sido criados libres y luego se encierran, sin embargo, para ellos existe la solución del enriquecimiento ambiental, lo que significa que se pueden generar dinámicas y juegos para evitar que lo pasen mal.
“El enriquecimiento ambiental consiste en ambientar el hogar de manera entretenida para el gato, tanto con juguetes que pueden ir variando entre semanas, como con productos especiales de olores que los relajan (catnip, lavanda, entre otros), tenerles macetas con hierbas como la gatera o catnip, torres de escalamiento, incluso se pueden sacar a pasear con arnés (tendencia cada vez más común en Chile y el mundo), o si se tiene patio, se puede generar un patio especial que se llama “catio”, comenta la profesional.
Finalmente, mantener un adecuado resguardo de los gatos evitará la cruza sin control y la sobrepoblación de asilvestrados. Con estas recomendaciones se logrará cumplir con la Ley de Tenencia Responsable vigente en Chile, en la que se establece la responsabilidad de los tutores de animales, concluye la académica de la Escuela de Medicina Veterinaria de Universidad de Las Américas, Romy Weinborn.
