Según un estudio realizado a más de 200 estudiantes de primero a quinto año de carrera por “Go by Touch” y la Universidad de los Andes, el 86% de los jóvenes universitarios tiene experiencia laboral desempeñando tareas como anfitrión/a, garzón/a, shopper, bartender, babysitter, vendedor/a o ejecutivo bancario/a, entre las más nombradas. La investigación reveló que el 98% considera que trabajar de manera part-time durante su período académico le ayuda a construir su futuro profesional, mientras que al 92% le interesaría comenzar un empleo a tiempo parcial que le abra las puertas para realizar su práctica. En cuanto a las motivaciones para activarse laboralmente, las tres principales son tener una remuneración atractiva, con 40%; reunir dinero para viajar y salir con sus amigos, con 19%; y establecer redes de contacto en grandes empresas, con 16%.
La llamada Generación Z está cada vez más interesada en ganar su propio dinero, ser más independiente de sus padres y en tener experiencia en el mundo laboral antes del término de una carrera profesional. Esto conlleva muchos beneficios que pueden ser muy valorados durante el resto de la vida.
“Es necesario que el Estado de Chile genere políticas para este grupo de jóvenes con el fin de incorporarlos al mercado laboral de manera adecuada, promoviendo espacios a través de legislaciones y en el Código del Trabajo que ayuden y potencien el empleo juvenil. En los países desarrollado este segmento etario comienza muy tempranamente su participación en este mundo, lo que tiene un beneficio económico, un acercamiento “approach” laboral, desarrollo de habilidades, redes de contacto (networking), entre otros”, explicó Isaías Sharon, co fundador de la consultora HPI International.
En el pasado las generaciones anteriores de nuestros padres, abuelos y bisabuelos estuvieron durante casi toda una vida en una corporación. “Los millennials tienen poca lealtad organizacional, ya que tienen como prioridad sus proyectos o iniciativas personales, por lo tanto tienen alta rotación y movilidad en sus lugares o puestos de trabajo. Esto ocurre debido a que surgen opciones laborales más atractivas e interesantes; simplemente porque tienen algún viaje al extranjero; y/o otra propuesta más interesante”, dijo Sharon.
Luego el ejecutivo de HPI International agregó que “en los centennials observamos un fenómeno bien particular, ya que los que están recién egresados de sus carreras buscan permanecer en organizaciones que tengan un propósito más allá de lo económico. Prefieren empresas que aporten a la sociedad y que generen un triple impacto: social, ambiental y financiero. También este grupo etario ve a estas compañías como una gran escuela o segunda universidad en donde podrán aprender y crecer como personas y profesionales”.
De acuerdo con el psicólogo laboral, uno de los desafíos de las corporaciones es contar con una cultura organizacional atractiva (un proyecto con sentido) en la que los colaboradores puedan generar lazos, conexiones, vínculos duraderos y “engagement” o compromiso con sus empresas. “En este aspecto es clave el propósito y misión de la compañía, el aprendizaje y capacitación constante (seguir estudiando o aprender idiomas), posibilidad de hacer carrera y ascender; y movilidad para irse a otros países o regiones. Por último, es fundamental el apoyo socioemocional y empatía que pueden entregar y manifestar las organizaciones a sus trabajadores, lo que se ha visto fuertemente valorado durante la pandemia”, sentenció.