Los choques de galaxias son eventos transformadores, en gran parte responsables de impulsar la evolución del Universo. La mezcla y combinación de material estelar es un proceso increíblemente dinámico que puede llevar a la formación de nubes moleculares pobladas de estrellas recién formadas. Pero una colisión frontal entre las galaxias UGC 12914 (izquierda) y UGC 12915 (derecha) hace unos 25 a 30 millones de años atrás, al parecer produjo un tipo de estructura distinto a los conocidos: se trata de un puente de material bastante turbulento que se extiende entre ambas galaxias. Aunque este puente intergaláctico está repleto de material de formación estelar, su naturaleza turbulenta está suprimiendo la formación de estrellas.
Este par de galaxias se les conoce con el nombre de las Galaxias Taffy, y se ubican a unos 180 millones de años luz en dirección a la constelación del Pegaso.
Esta nueva imagen que fue capturada con el telescopio de Gemini Norte [1], la mitad boreal del Observatorio Internacional Gemini, que opera NOIRLab y AURA, muestra la fascinante característica que les dio su nombre. Se trata de un tenue puente compuesto por estrechos filamentos moleculares, de color café, y grupos de gas hidrógeno, de color rojo, que se pueden ver entre ambas galaxias. Su compleja estructura de red se parece a un caramelo que se estira a medida que la pareja galáctica se separa lentamente.
Las colisiones entre galaxias pueden ocurrir en una gran variedad de escenarios distintos, y a menudo involucran una galaxia grande con una galaxia satélite más pequeña. A medida que se acercan la una a la otra, la galaxia satélite puede atraer uno de los brazos espirales primarios de la galaxia más grande, causando significativas distorsiones en su estructura. En otros casos, una colisión puede llevar a una fusión si ninguno de los miembros tiene suficiente impulso para continuar después de la colisión. En todos estos escenarios, el material estelar de ambas galaxias se mezcla mediante una combinación y redistribución del gas. La recolección y compresión resultante del gas puede detonar la formación estelar.
Sin embargo una colisión frontal sería más como verter líquido desde dos tazas a un recipiente común. Cuando las Galaxias Taffy chocan, sus discos galácticos y sus componentes gaseosos chocaron entre sí. Esto dio como resultado una masiva inyección de energía en el gas, lo que provocó que se tornara en algo muy turbio. Cuando la pareja emergió de su colisión se extrajo gas desde cada galaxia a una elevada velocidad, creando un enorme puente de gas entre ambas. La turbulencia del material estelar a lo ancho del puente impide la compresión y recolección del gas que se requiere para formar nuevas estrellas.
Las observaciones de este objeto realizadas desde Gemini Norte, fueron dirigidas por Analía Smith Castelli, astrónoma del Instituto de Astrofísica de La Plata, en Argentina, uno de los socios del Observatorio Internacional Gemini.