La Universidad de Chile se proclamó como campeón del fútbol chileno logrando su estrella 14 de la historia en un electrizante partido. Los azules lograron dar la vuelta tras derrotar a la Universidad Católica por 4-1 (había perdido 2-0 en la ida) en un repleto Estadio Nacional.
La gran figura del encuentro fue el atacante Gustavo Canales, quien marcó tres tantos –dos de penal y luego se fue expulsado en el 78- ante un cuadro cruzado que se quedó con las ganas de lograr su primer bicampeonato.
A las 17:00 en punto y con 40 mil personas en las gradas se dio el pitazo inicial por el título. Las novedades de última hora fueron la baja del defensa de Hans Martínez en la UC -por fatiga muscular- y la ratificación de Marcos González en los azules.
En el primer tiempo el penal cobrado por Enrique Osses por foul de Rodrigo Valenzuela a Eduardo Vargas comenzó a cambiar la historia del encuentro. En los doce pasos en goleador, Gustavo Canales, no perdonó y con un certero disparo superó al meta cruzado.
A los 23 minutos el suspenso se tomo sector sur del nacional donde los hinchas azules vinieron el error grosero de Marcos González que le permitiría a Lucas Pratto empatar el partido..
La calma duró tres minutos, ya que tras un tiro libre de Charles Aránguiz, Juan Eluchans intentó despejar, pero sólo la peinó y mandó la pelota al fondo de su propio arco.
En segundo tiempo se ratificó la superioridad de los azules que tras rápidamente convertir el 3-1 en el minuto 50 luego de un nuevo penal que anotó Canales fue dando la pauta que seguría en el encuentro.
El golpe final se gestó en el 56. Puch hizo una gran jugada por la izquierda, se sacó un par de hombres y envió un disparo que desvió otra vez el iluminado Canales, quien respondió en la instancia más importante del torneo. Esto era el 4 -1 que le quitaba la ilusión del bicampeonato a los cruzados.
Luego del pitazo final todos los jugadores de la Universidad de Chile fueron a saludar a su hinchada que a pesar del resultado negativo del primer partido, los apoyaron en gran cantidad a través de las 5 mil personas que llegaron al banderazo el día de ayer.
En el otro lado de la verada, los jugadores cruzados no tenían consuelo y varios encontraron el culpable en el árbitro, quien debió ser escoltado por Carabineros para salir de la cancha.
Así termina uno de los campeonatos más emociónate en los últimos años, donde la Universidad de Chile dio vuelta un partidos que para muchos parecía perdido.
